Y otra pieza, con cierto aire como de danza popular, a veces incluso con sabor a Méxicos o incluso a danza rusa... ¡¡Qué cacao!!. Bueno pues esta danza, dejémoslo en danza, la compuso D. Pablo Sarasate, uno de nuestros violinistas más célebres, navarrico él, vivió la segunda mitad del siglo XIX. Esta maravilla suya es su famoso Zapateado.
Ambas piezas las interpreta quizás el mejor violinista actual, el señor Itzhak Perlman. Este caballero israelí, (de ahí ese nombre tan dificultoso), sufrió de poliomelitis en su niñez por lo que lleva muletas e interpreta sentado
Episodio 1: Reparación del contenedor de botellas del frigorífico.
Hetta.- Me refiero a la bandejita esta de la puerta de los frigoríficos, que en verano soporta unos esfuerzos tremendos porque es donde ponemos las botellas de agua, de gazpacho y otros líquidos, y cada vez que abrimos la nevera tiene que sujetar todo ese inestable peso. A parte de que las botellas de 2 litros de refresco son más anchas que el contenedor y las colocamos allí haciendo tornillo. Pongo una foto del resultado de la chapuza en la que parece que haya quedao de maravilla. Por cierto, a pesar de esa pequeñísima resistencia inicial que oponen las puertas de las neveras, debida a que se ha creado un pequeño vacío, ¿no podéis abrir las neveras con menos brusquedad?
La primera heridilla pequeña se la hace Furc porque se ha empeñado en quitar la tapa superior con el mardito explorador. Y menos mal que para la tapa de abajo Hetta se impone porque ya estaba el tío buscando la manera de encontrar un apoyo imposible. Querida lectora, si alguna vez en tu vida te ves necesitada de fabricarte un parche con una lata de cerveza, te aconsejo que no uses un explorador, busca directamente una sierra que sirva para el metal.
Eso sí, las tijeras estas son una maravilla. De las poquitas herramientas que tengo que merezcan el espacio que ocupan.
La segunda herida, en este caso bien recia, que se hace el mameluco de Furc, viene provocada por una imprudencia de machote:
Furc.- Pa que quede fuerte, fuerte, le vý a poner doble capa.
En ese momento pasa Isita y Furc se atreve a preguntarle cómo quiere que quede el parche, enseñando el logotipo de la cerveza (guachi, ¿no?) o el lado, mucho menos original, interior de la lata, sin dibujines ni nada. Isita pensaba como Hetta.
Hetta.- Mu bien, mu bien. ¿Cómo vas a hacer los agujeros en la lámina de hojalata y en el soporte de las botellas?. Mira ver chaval, no vayas a agujerear la encimera que Isabelita nos aostia.
Lo fácil era hacer primero los agujeros en la hojalata, doble, eso sí, y luego marcas con un "retru" donde tienes que hacer los agujeros en el soporte. Pero Furc, encelaíto con su labor, ya le ha hecho los agujeros al soporte.
Hetta.- ¿Y ahora qué? ¡si es que no piensas!
Furc.- Marica... ¡no pasa na coño!, ahora presento la lámina y con mucha puntería le hago los mismos agujeros.
Pa lograr la precisión necesaria, el muy borrico pone el dedito detrás del soporte pa tener claro que está haciéndole a la hojalata agujeros compatibles con los ya hechos en el soporte de las botellas. Furc piensa que debe sentir el poder de la broca en su avance agujereador. En el segundo agujero siente el poder de la broca con todos sus matices, ha perforado la hojalata y acertado perfectamente en el agujero del plástico, ¡mu bien!, sin embargo, contrariamente a lo sucedido en el agujero anterior, esta vez no ha apartado el dedito a tiempo.
Furc.- ¡¡Cago en Dioooos!!
Hetta.- Si ya lo sabía yo.
Como no quiere que Isita vea la avería que se ha hecho, (con Hetta puede bien pero con las dos a la vez no), a Furc le entran las prisas y hace el tercer agujero sin poner ningún dedito en el camino de la broca. El dedito herido lo coloca en voladizo digamos. Pretende no tocar nada con él para no manchar de sangre.
Hetta.- ¡Muchacho!, tira pal cuarto de baño y ponte ahí un poco de papel higiénico que vas a dejar esto perdío.
Efectivamente. Pasó Isabelita y vio aquel "aquelarre" preguntándose si no habría que subir a la Furcheta a urgencias.
Hetta.- Ya se, ya se que el muchacho está un poco tontito Isita, pero no pasa ná que él es mu brutito y no pasa na. ¡Niño, ponle unas arandelas al final del remache que si no vas a reventar el plástico!
Furc.- ¿Ande huevos habrá unas arandelas?.
Con los dos remaches primeros el plástico aguanta, pero con el tercero, al estar muy cercano a la fractura, se resiente bastante, salvando la situación in extremis. Buscando, buscando, Isita que ya se ha implicado en el asunto, encuentra una arandela y el cuarto remache queda fenomenal.
En la próxima entrega veremos como Furc y Hetta reparan el soporte del radiador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario