Hoy tengo un cabreo importante porque Hacienda me ha multado por fraude en 2006. He sido tramposa, lo sé, y por eso pago. Pero cualquiera que me recuerde en aquel año sabe que o mentía o no podía pagar lo que me tocaba. De hecho, al año siguiente, cuando mis condiciones laborales mejoraron, tuve que pedirle un préstamo al banco para poder pagar y tuve que volver a mentir. La mentira era de 200 y me salió por 500. No entiendo por qué se empeñan a vigilar a un pringao como yo mileurista entonces y algo menos mileurista ahora. Seguramente la explicación de mi mal esté en que gasto mucho y vivo por encima de mis posibilidades. Recuerden señores del fisco que la bajada del consumo es buena parte de la culpa de la crésis
De modo que hoy toca hablar de las cosas que me cabrean.
¡¡¡Qué mierda de sociedad!!!, donde todo tiene que funcionar a base de normas. Me joden las normas y el hecho de que haya que imponerlas porque no haya la educación y el sentido común suficientes. Por ejemplo, tener que multar porque no recogiste las caquitas del perro, por tirar electrodomésticos en las cunetas, por mear en la calle, no dejar dormir al vecindario con el chumba chumba, follar en la playa, pintar fachadas con graffitis, hacer botellón, por el tubarro del amoto, cortar flores en el parque, llevarse fragmentos de pinturas rupestres, maltratar al perrito de antes...
Como somos unos incívicos y no tenemos presente aquello de compórtate con los demás como te gustaría que se comporten contigo, pues hay que poner normas. Pero señores concejales de los ayuntamientos, tengan presente que algunos comportamientos incívicos requieren, además de las multas, medios para evitarlos. Claro, si no hay urinarios públicos pues mearemos en la calle, si se les da espacio a los graffiteros, ellos mismos se censuran entre sí y ponen en su sitio a los que ensucian en lugar de expresar algo, si en los parques hubiera más actividad cultural, habría menos droga, menos follaores y menos robaflores, si el contenedor del papel se pega una semana lleno, dejaremos de reciclar papel (esto, de momento, lo hacemos sin que haya una norma que lo imponga. De momento).
Y es que una pierde el buen talante y el espíritu rojillo, cuando va por la carretera, la playa, pantano... y lo ve todo lleno de basura. A mi me da por pensar que le metía con la lavadora en la puta cabeza al que la ha tirado a la cuneta. Os aseguro que La Furcha, de no despistarse, en el campo no deja ni las colillas de los cigarros que se fuma. Cuando el niñato de turno aposa su coche maxi feo a las tantas de la noche y me mete sus 2000 watios de alienante e idiotizante ruido me encantaría que apareciera una lechera llena de grises y la emprendieran a porrazos y no dejaran ni rastro de los putos alerones. Entonces es cuando llamas a la policía y tardan tanto en llegar como el niñato en despedirse de su maxi choni. Más o menos 20 minutos.
Lo que me saca de quicio es que el comportamiento incívico de la minoría deriva en la norma para la totalidad. Hace unos cuatro años una familia o dos de subnormales hacen una barbacoa en un día desapacible de viento y provocan el incendio de Cogolludo. Yo me encontraba en Jadraque y recuerdo con muchísima tristeza el ambiente que había porque habían muerto dos paisanos apagando el fuego. Por aquel absurdo, por aquellos estúpidos, ahora no podemos disfrutar de las barbacoas en verano.
Otra cosa que me molesta de las normas y de sus correspondientes multas es que no exista premio. ¿Cómo va a valer lo mismo la multa de tráfico al que comete esa infracción con 1000 Km y altas probabilidades de reincidir que para el profesional con años de experiencia y cientos de miles de Km?. Kilómetros no sólo sin provocar accidentes, sino evitándolos en muchas ocasiones. Esto es algo que ya se podía implementar, metes tu carnet electrónico en una ranura en el coche y vas acumulando Km y horas sin incidentes. Pero claro, el día que tal cosa se ponga en práctica será el mismo caso del tacómetro de los camioneros, es decir, un ponemultas en lugar de un aval de buen conductor.
Muchos de los que leáis esto estaréis pensando que si te trincan con alcoholemia, no hay aval de experiencia que redima tu culpa porque eres un peligro para el resto. Yo no soy tan taxativo, y menos con los niveles tan ridículamente bajos en los que están los criterios de alcoholemia. Tengo perfectamente probado que, al volante, hay situaciones más peligrosas que la que crea el chupito de después de comer, por ejemplo, el sopor que te creó la propia comida y que el chupito te va a ayudar a sobrellevar.
Todo lo que rodea al tráfico es algo que me molesta muchísimo. Desde tener que aguantar el incívico comportamiento de esa minoría formada por testosterona reconcentrada, hasta el torpísimo comportamiento de, y es que estos no son para nada minoría, muchos conductores. ¿Y que decir del afán recaudatorio de la DGT? Yo lo veo en multitud de situaciones.
En cuanto a lo de los torpísimos conductores, esto es algo que se aplicaría a la totalidad de los comportamientos incívicos de este país nuestro.
¡¡¡¡ M Á S E D U C A C I Ó N !!!!
Hay que mirar a largo plazo y hacer un esfuerzo para que cada vez haya menos pollas al volante, menos gilipollas jodiendo el patrimonio cultural y natural, menos alcohólicos imberbes de fin de semana, menos ruido, menos droga... Yo preferiría que en la autoescuela me hubieran exigido pasar una prueba de conducir hablando por el móvil, puesto que cuando me colocaron la primera multa de este tipo no había manos libres tan económicos y yo era comercial, de lo cual, de todas, todas, iba a usar el móvil y el coche a la vez. Y no digamos más sobre enseñar a la gente a conducir de noche, lloviendo, con un faro jodido (porque los faros se funden), a cambiar una rueda...
Bueno, ya termino, esta vez no espero que os haya gustado mucho lo que escribo dado mi estado de cabreo y mi soez lenguaje. Os pido disculpas, es que quería desahogarme un poco. Ojalá y la presión fiscal a la que se está sometiendo al pueblo diera sus frutos y salgamos de la crisis cuanto antes. Hoy jugamos la final del mundial de Sudáfrica y parece ser que el país que gana al futbol crece un huevo económicamente.
Pues venga, venga, me calzo una camiseta roja, me voy con mi Yoli, mi Lola y mi Isabelita y
¡¡¡¡¡ T O D O S C O N L A R O J A !!!!!
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