viernes, 19 de noviembre de 2010

Las cosillas de la Furcha

¡Jo!, es que me quedó mal sabor de boca la ultima entrada bloguera. De modo que me voy a poner a escribir y a ver si me sirve de terapia. Desde luego no para mi espalda que una semana después sigue igual. ¿Cuándo coño me vais a pagar señores de la UPA?, necesito un masaje profesional. Mañana me tienes que poner las ventosas amor mío.

Aquí me tenéis, a lo Ignatius Reilly, consumiendo televisión sin entusiasmo alguno y despotricando de ella. ¡Qué desgana más grande tengo!, hace un instante me disponía a cenar pero al ver que lo que había puesto a descongelar eran fabes asturianas, riquísimas eso sí, he decidido volverlas a congelar y hacerme unos huevos fritos con patatas y salsa furcha. Lo de volver a congelar las fabes es incierto, ya que con el frío que hace no habían llegado a perder su condición de frigolitos, es decir, de "frigoles" congelaos. ¡Aaaaaay que me parto de lo ingenioso que soy!. Decir debo, que cuando escogí el tupper weaaaahr, pensé que se trataba de macarrones, cosas del no fijarse.

La salsa furcha me la inventé antiel. Repite un poco, no tanto como la morcilla de las fabes, y está muy rica:

Pélese un tomate pequeño y trocéese en daditos chiquinos, lo mismo ha de hacerse con un par de aros de cebolla y con medio diente de ajo. Lo machacas todo un poquito y lo aliñas como si hicieras una vinagreta, ya saben ustedes: aceite de oliva virgen extra, vinagre balsámico y sal. Luego le puse un puntín de pimentón de la Vera y de un orégano buenísimo que se dejó Jacob, un antiguo compañero de piso. Y para darle ligazón a todo esto le puse mayonesa. De hecho, la cosa de hacer la salsa venía porque quedaba poca mayonesa, con las papas de hoy termino definitivamente el bote.

Bueno pues a ver si echamos unas risas. El tema de hoy son "Las Furcheces".

"La Fruta es Pija": esta es una frase mía de hace muchos años y está tan manida que ya no sé en qué momento la solté por primera vez pero, ¡qué coño!, la mantengo, además estoy seguro de que aquel día me salió del alma. Después de saciarte como un campeón con pongamos, un cocido de los de Moder, ¿Cómo te puede apetecer un melocotón?, ganas de estropear el recuerdo del tocino desaciéndose en tu boca, o del pedazo de pan bien pringaíto en los restos de la morcilla de Guadalupe. ¿Y qué me decís de la sandía?, pija precisamente no es, sobre todo si te la comes a dos manos hundiendo carrillamen, ¡pero es que no sabe a nada!, ¡Water Melon! dicen los aglosajones. Las naranjas: aparte de lo que pringan me dejan unos ardores... las fresas: ¡Pi - Jas!. Y luego la mano de obra que tiene la fruta, dime tu a mí pa comerte cuatro granos de granada la que hay que montar.

En la otra cara de la furcha tenemos el momento silvestre. No se puede comparar el planteamiento fruta en el frutero esperando a ser postre - porque es que los melocotones ya ni aromatizan las casas - con el planteamiento voy por el campo siviéndome de fruta: esas cerecitas puestas a enfriarse en el fondo de una garganta de aguas cristalinas - ay de tí como te las comas calientes - o esa recolección de zarzamoras pa después hacer mermelada, o esas peras silvestres que están muy duras pero quitan muy bien la sed. Esas manos llenas de pinchos de los higos chumbos, ¡qué difíciles son los cabrones!, me acuerdo de la vez que hice mermelada de chumbos.

Me la comí yo solo, por amor propio supongo, una característica muy del furcho. este sábado fue muy gracioso porque se me puso en los huevos que unos frutillos se comían. Los tomé por azofaifas y me dejaron la boca más amarga que la del comisario austriaco aquel de agricultura que vino a ver los olivaritos de Jaén y se comió una aceituna directa del árbol. ¿Y cuando te comes un kaki inmaduro? te deja la boca como un sapato que diría mi colega Victorio.

Otra frase mía es la de "La Furcha es Ignífuga". ¡Me encanta!, es como un acercamiento a John Rambo, que se comería lo que hiciera vomitar a una cabra. La Furcheta, si tiene que aguantar es muuuuu burrísima, y no siente frío, ni calor, ni hambre, ni sed, ni sueño, ni dolor... ¡¡¡Ignífuga!!!, vamos que ni se empalma pensando en Uma Thurman... ¡¡Ah, ah!!, ¡No mientas bellaco!, acuérdate de cuando te pusiste estupendo con el ajedrez animado. Era un juego para el ordenador y la verdad es que la reina estaba de buena... ¡Qué andares tenía!, ¡Y como mataba!. Ciertamente, con las mujeres no soy nada ignífugo. ¡Ah!, y acuérdate de cuando te estabas disfrazando de mujer peligrosa

y tuviste que pedirle explicaciones a tu miembro: "¡¡Chacho!!, que soy yo hombre". La Furcha tiene dos "celebros": el glande y el pequeño, y está bien claro quien toma las decisiones. Entre la testosterona y las vísceras no le queda espacio al pequeño.

Visceral soy un rato si: hay veces que doy unas contestaciones que pa qué queremos más. Otras se me pone un muuuro y como decía mi Petu, que es quien me bautizó: "¡No hay quien pueda con la furchaera!". A parte de Ignífuga, la furcha viene con la prestación de la visión nocturna: esto viene de ser de piara, de haber crecido en un caserón con 5 más entre hermanas y hermanos, y estar hecho a cruzar las habitaciones a oscuras para no molestar a nadie. Así por ejemplo, tenemos el día en que me meaba y me meaba y entré corriendo, a oscuras y con las manos por delante buscando la puerta del baño. Ah, peo la muy zorra quedó entre los brazos, de modo que no advertí su presencia y abrime la ceja. ¡Cuántos puntos me habrá dado mi santo padre!.

Otra furchez es lo mucho que me gusta enseñar los pelendrengues. En sus variadas facetas: bañándome en las gargantas, haciendo el helicóptero, la hamburguesa... el cuerpo del hombre es grotesco y divertido, a mi modo de ver y me gusta que mi gente lo... sufra así.

No me gustan nada los coches, las modas, la cirugía estética, el maquillaje, ni el culto al cuerpo en general. La mujer de mis fantasías nocturnas: natural, con curvas, en una playa al borde del mar, con la melena revuelta y mojada y con el cuerpo rebozadito de arena, como si en lugar de la última ola, hubiera sido yo quien la dejó en este estado. Me gusta mucho conducir, pero los coches de ahora no prestan: ¿Qué es eso de que el coche aparque sólo?, ¿lo va a hacer mejor que yo?. La pieza fundamental en el aparcamiento se llama Pa - ra - cho - ques, ¡qué pena que casi nadie lo entienda así!. ¿Y esos otros coches cuyos faros giran siguiendo al volante?, un día se ponen tontos porque alguien usó tu parachoques y se te ha quedao el coche estrávico, que ya sólo alumbran al lado derecho de la carretera. ¡Qué pesaditos se ponen con que están en la reserva!, ¿pero es que no ves que no me da la gana de parar?. Esta es otra furchez característica, lo de apurar los depósitos.

Luego están las furcheces no resueltas, como lo de ponerme a tomar el sol con una mano en el pecho pa que quede la marca, o lo de "hacerme" un melón que creo que e la ostia. No, si la fruta es pija pero tiene sus aplicaciones. Bueno amores, con la fruta empecé y con ella termino, con un melón entre las piernas. Espero que os haya divertido, a mí me ha venido estupendamente y curiosamente la espalda no me duele más más que al empezar a escribir. Os deseo un estupendo fin de semana, sed buenos.

5 comentarios:

  1. ayyy, cómo echo de menos las morinas que me traíais en verano. qué ricas estaban!!

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  2. ah!! y lo de que te gusta enseñar los pelendrengues, doy fe. igual que lo de los parachoques

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  3. Hola Furcha, ¡¡Como me gusta tu Blog!!
    Es que me parto y me troncho. Aunque me voy imaginando a qué te refieres con lo de "hacerte un Melón", ¿tendrías a bien aclararlo?
    Un besito, soy tu nueva seguidora, sigue alegrándome el día con tus "Furcheces".

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  4. ¡¡Ahíva!!, ¡¡Qué alegría, otra seguidora!!, y que guapina pareces Bárbara.
    A ver que te explique lo del melón, como digo en el artículo es una cosa pendiente que tengo pero que me muero de ganas de hacer:
    Córtese el melón por un extremo y vacíese un pelín, solo un pelín. Seguidamente lo ponemos al sol durante una horilla, por ejemplo. Con el calor y la abertura practicada, (conviene que lo forremos para que no se llene de moscas), queda resudaíto... ¡Ha llegado el momento de "hacerse el melón"!. Es mucho mejor que una pajilla normal, dada la textura y la humedad.
    Es una cochinada, lo sé. ¡¡O no??.

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  5. ¡¡¡Tío Cochino!!!
    ¡¿Y luego que haces con él, Melón?!

    Soy Malusal, no soy anónima.

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