miércoles, 2 de febrero de 2011

Las Chapuzas de Furc y Hetta

Como banda sonora en esta ocasión os voy a poner un tango muy conocido, aquel que bailaron Al Pacino y una bellísima actriz, Gabrielle Anwar, en "Esencia de Mujer". Este tango se titula "por una cabeza" obra del número uno, D. Carlos Gardel.
Y otra pieza, con cierto aire como de danza popular, a veces incluso con sabor a Méxicos o incluso a danza rusa... ¡¡Qué cacao!!. Bueno pues esta danza, dejémoslo en danza, la compuso D. Pablo Sarasate, uno de nuestros violinistas más célebres, navarrico él, vivió la segunda mitad del siglo XIX. Esta maravilla suya es su famoso Zapateado.
Ambas piezas las interpreta quizás el mejor violinista actual, el señor Itzhak Perlman. Este caballero israelí, (de ahí ese nombre tan dificultoso), sufrió de poliomelitis en su niñez por lo que lleva muletas e interpreta sentado






Hoy me he sorprendido varias veces riendo solapadamente yo solito, mientras iba de recao en recao. Me estaba acordando de las últimas chapuzas que he hecho en casa. A Isabelita no le hace tanta gracia, os lo aseguro. Me disponía a compartir esos momentos con todos vosotros y se me ocurrió que de paso le haría un pequeño homenaje a Don Antonio Fraguas, más conocido como Forges.

Me he acordao de él porque mi memoria me miente tremendamente. No os pongáis tan chulitas porque la memoria de todo el mundo miente. Los recuerdos no se almacenan como los datos en un "Pen Trais" como dice mi amor, sino que guardamos sensaciones y depende de en qué momento tiremos de recuerdos, estos serán interpretados dando unos matices u otros.

Entonces, yo recordaba que Forges hizo una colección que se titulaba Crips y Son, y la recordaba como que estos dos personajes te explicaban los avances tecnológicos y de paso te enseñaban a hacer chapuzas. Esto último es fruto mío y de mi memoria, en la colección, que es un encanto, no te explican cómo evitar que en lugar de un pequeño agujero para colgar un cuadro prepares el cráter del Vesubio. (Menos mal que está el corrector ortográfico: vamos a ver, si Beso es con "B"... ¿Vesubio?).

Crisp representa a la generación del siglo XX que nos introduce en el siglo XXI, está asombrado y orgulloso de los avances conseguidos, sin darse cuenta de que ese miedo que tiene a que el cielo se le desplome sobre su cabeza, (cual galo de la irreductible aldea), le viene precisamente inducido por esos avances tecnológicos. Por eso lo pinta cubriéndose la cabeza.

Son representa a la humanidad del siglo XXI. Él sí se da cuenta de que todos los avances que le relata Crisp no nos generan más que ataduras, incordios y obstáculos para ser realmente felices. No vayáis a creer los que no conozcáis esta colección de cómics, que está anticuada. A pesar de que los autores la parieron en 1985, sigue siendo un encanto actual, que no actualizado claro. Por cierto, los autores son: Forges, Rafael Soler y Tomás Summer.

Pues mi diminuto homenaje va a consistir en que os voy a contar mis chapuzas domésticas a través de dos personajes:

Furc, la parte bruta y masculina de mi misma, 100 Kg de peso para un cuerpo de 1.85 de estatura, mu brutísimo. Esta rudeza le es necesaria porque tiene, cuando las tiene, unas herramientas horribles que, como veréis, muchas veces termina clavándoselas, o las rompe, o rompe algo con ellas...

Y Hetta, bautizada así en honor a la fabulosa Etta James... y si, también para que juntos formen FrucHetta, vaaale. Ella es mi parte femenina. Muuuu chiquina. Ella intenta parar a Furc, le dice que seguramente ya es suficiente el agujero, que deje de empujar. El otro no se lo cree y termina estrellando el cabezal del taladro contra la pared dejando el consiguiente cráter vesubiano. Hetta pone su ciencia al servicio del equipo lo que pasa es que la pobre tiene poca ciencia. Ya no sabe cómo explicarle a Furc que no gana nada diciéndole que es una maricona, que eso sólo les duele a los trogloditas como a él.

Episodio 1: Reparación del contenedor de botellas del frigorífico.

Hetta.-
Me refiero a la bandejita esta de la puerta de los frigoríficos, que en verano soporta unos esfuerzos tremendos porque es donde ponemos las botellas de agua, de gazpacho y otros líquidos, y cada vez que abrimos la nevera tiene que sujetar todo ese inestable peso. A parte de que las botellas de 2 litros de refresco son más anchas que el contenedor y las colocamos allí haciendo tornillo. Pongo una foto del resultado de la chapuza en la que parece que haya quedao de maravilla. Por cierto, a pesar de esa pequeñísima resistencia inicial que oponen las puertas de las neveras, debida a que se ha creado un pequeño vacío, ¿no podéis abrir las neveras con menos brusquedad?

Furc.-
Menos brusquedad, menos brusquedad, eso lo arreglo yo en dos patás y ya puedes abrir la puerta como quieras. A ver: el plan consiste en poner algo ahí con unos remaches...

Hetta.-
Podíamos deshacer una lata de cerveza y obtendríamos una fina lámina de hojalata que nos vendría estupendamente para nuestro plan.

Furc.-
¡¡Chachi, vamos allá!!. ¿Dónde huevos estarán las tijeras de metal?

La verdad sea dicha, en esta ocasión no hay escasez de herramientas. Pongo una foto de las herramientas que músculo y cerebro han utilizado en esta chapuza.

Hetta.-
Tijeras luego hombre, pa quitar las tapas de la lata usa la sierra.

Furc.-
¡O el abrelatas explorador de toda la vida!. ¿Dónde ostias estará el explorador?


La primera heridilla pequeña se la hace Furc porque se ha empeñado en quitar la tapa superior con el mardito explorador. Y menos mal que para la tapa de abajo Hetta se impone porque ya estaba el tío buscando la manera de encontrar un apoyo imposible. Querida lectora, si alguna vez en tu vida te ves necesitada de fabricarte un parche con una lata de cerveza, te aconsejo que no uses un explorador, busca directamente una sierra que sirva para el metal.
Eso sí, las tijeras estas son una maravilla. De las poquitas herramientas que tengo que merezcan el espacio que ocupan.
La segunda herida, en este caso bien recia, que se hace el mameluco de Furc, viene provocada por una imprudencia de machote:

Furc.- Pa que quede fuerte, fuerte, le vý a poner doble capa.

En ese momento pasa Isita y Furc se atreve a preguntarle cómo quiere que quede el parche, enseñando el logotipo de la cerveza (guachi, ¿no?) o el lado, mucho menos original, interior de la lata, sin dibujines ni nada. Isita pensaba como Hetta.

Hetta.- Mu bien, mu bien. ¿Cómo vas a hacer los agujeros en la lámina de hojalata y en el soporte de las botellas?. Mira ver chaval, no vayas a agujerear la encimera que Isabelita nos aostia.

Lo fácil era hacer primero los agujeros en la hojalata, doble, eso sí, y luego marcas con un "retru" donde tienes que hacer los agujeros en el soporte. Pero Furc, encelaíto con su labor, ya le ha hecho los agujeros al soporte.

Hetta.- ¿Y ahora qué? ¡si es que no piensas!

Furc.- Marica... ¡no pasa na coño!, ahora presento la lámina y con mucha puntería le hago los mismos agujeros.

Pa lograr la precisión necesaria, el muy borrico pone el dedito detrás del soporte pa tener claro que está haciéndole a la hojalata agujeros compatibles con los ya hechos en el soporte de las botellas. Furc piensa que debe sentir el poder de la broca en su avance agujereador. En el segundo agujero siente el poder de la broca con todos sus matices, ha perforado la hojalata y acertado perfectamente en el agujero del plástico, ¡mu bien!, sin embargo, contrariamente a lo sucedido en el agujero anterior, esta vez no ha apartado el dedito a tiempo.

Furc.- ¡¡Cago en Dioooos!!

Hetta.- Si ya lo sabía yo.

Como no quiere que Isita vea la avería que se ha hecho, (con Hetta puede bien pero con las dos a la vez no), a Furc le entran las prisas y hace el tercer agujero sin poner ningún dedito en el camino de la broca. El dedito herido lo coloca en voladizo digamos. Pretende no tocar nada con él para no manchar de sangre.

Hetta.- ¡Muchacho!, tira pal cuarto de baño y ponte ahí un poco de papel higiénico que vas a dejar esto perdío.

Efectivamente. Pasó Isabelita y vio aquel "aquelarre" preguntándose si no habría que subir a la Furcheta a urgencias.

Hetta.- Ya se, ya se que el muchacho está un poco tontito Isita, pero no pasa ná que él es mu brutito y no pasa na. ¡Niño, ponle unas arandelas al final del remache que si no vas a reventar el plástico!

Furc.- ¿Ande huevos habrá unas arandelas?.

Con los dos remaches primeros el plástico aguanta, pero con el tercero, al estar muy cercano a la fractura, se resiente bastante, salvando la situación in extremis. Buscando, buscando, Isita que ya se ha implicado en el asunto, encuentra una arandela y el cuarto remache queda fenomenal.
En la próxima entrega veremos como Furc y Hetta reparan el soporte del radiador.

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